¿Por qué surgen reacciones alérgicas a las vacunas?

Las vacunas, al igual que cualquier fármaco, pueden dar lugar a reacción adversa medicamentosa, entendiéndose por esta todo efecto no deseado asociado a la utilización de un fármaco, droga ilícita o combinación de fármacos.

En el caso de las vacunas pueden dar lugar a reacciones predecibles (inflamación de la zona de vacunación y leve pirexia) así como a distintos tipos de hipersensibilidad, siendo la más frecuente la de tipo 1 que da lugar a urticaria y angioedema (inflamación de la zona cérvico facial – cuello y cara), estas acontecen a las pocas horas tras la reexposición al fármaco o vacuna ya que necesitan de sensibilización previa, es decir no acontecen en la primera aplicación vacunal.

En poquísimas ocasiones puede acontecer en la primera vacunación, a consecuencia de los anticuerpos maternales que se ingieren con las primeras lactaciones.

También pueden darse reacciones de tipo 2 que dan lugar a ataque inmunitario por reacción cruzada a distintos grupos celulares como glóbulos rojos (anemia) o plaquetas (trombocitopenia) y tejidos. De tipo 3 produciéndose depósitos de inmunocomplejos en los vasos de pequeño calibre, nefrona(glomerulonefritis), articulaciones(poliartritis), piel (vasculitis)… De tipo 4 dando lugar a alteraciones dermatológicas como eritema multiforme, necrosis epidérmica tóxica, paniculitis (bulto en tejido subcutáneo).

Este tipo de reacciones son completamente impredecibles y nunca son culpa o consecuencia del manejo veterinario, si pueden encontrarse factores facilitantes que aumentan el riesgo de que acontezcan; combinación de fármacos, predisposición genética, estado de enfermedad concomitante especialmente procesos víricos así como el estatus geriátrico, ya que con la edad la probabilidad de padecer una de estas reacciones aumenta.

¿Cómo se tratan?

Generalmente, son reacciones leves que con asistencia veterinaria no se complican, pero ante cualquier síntoma anómalo tras una vacunación hay que acudir al centro para que el paciente sea revisado. En una minoría de casos podría darse alguna reacción que perpetúe en el tiempo, habiendo sido la vacuna un desencadenante en lugar de un inductor, como el caso de anemias hemolíticas felinas o incluso en casos muy puntuales acontecer la fatalidad del proceso.

Este tipo de reacciones fatales son consecuencia de la anafilaxia secundaria, repetimos que son prácticamente anecdóticas, en el perro tiene el foco en la vascularización hepática suelen comenzar con la aparición de vómitos y diarreas que dan paso a debilidad, micción, dificultad respiratoria y muerte. En el gato el foco es el pulmón, dando lugar a dificultad respiratoria, salivación, vómitos, incoordinación, colapso y muerte.

Todo este tipo de reacciones suelen presentarse en las primeras 24 horas post vacuna (72,8% de los casos), por ultimo debemos tener en cuenta también la inmunosupresión transitoria que puede acontecer tras la vacunación(bajada de defensas), pudiendo incluso desencadenar alguna patología previa subclínica.